jueves, 5 de noviembre de 2009

Los crucifijos en las escuelas publicas tienen los dias contados.


La sentencia emitida el martes por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que da la razón a una madre italiana que pedía la retirada de los símbolos religiosos del colegio público en el que estudiaban sus hijos, al entender que coarta la libertad de pensamiento de los alumnos, no obliga al Gobierno español a sacar los crucifijos de las escuelas públicas del país.


El fallo sólo será de obligado cumplimiento para el colegio italiano sobre el que pesa la reclamación, que deberá retirar todos los símbolos religiosos. No obstante, antes, Estrasburgo tendrá que rechazar o fallar en contra la reclamación que ya ha anunciado que presentará el Gobierno italiano contra la sentencia.
En el caso de que Estrasburgo mantenga su decisión, ésta creará jurisprudencia y cualquier denuncia en Italia al respecto se tendrá que resolver conforme al fallo del tribunal europeo.


Pero ¿qué pasará en el resto de países que han firmado el Convenio de Derechos Humanos, entre los que se encuentra España?
El fallo podrá ser utilizado ante un juez para solicitar la retirada de los símbolos religioso de las aulas públicas. Los jueces "tendrían el deber moral" de dictaminar a favor de su retirada, explicó a 20 minutos el portavoz de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria, Marcelino Sexmero, el cual quiso aclarar que, pese a que no suele pasar, los jueces podrán dictaminar en contra de Estrasburgo, pero en tal caso "tendrá que explicar sus razones".

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