
Una combinación de sensores bioacústicos simples y un software sofisticado de aprendizaje automático son la base del diseño de un nuevo y revolucionario sistema que hará posible que las personas utilicen su brazo y los dedos de la mano (o, potencialmente, cualquier otra parte de sus cuerpos) como almohadillas táctiles mediante las cuales controlar teléfonos inteligentes (smartphones) u otros dispositivos portátiles.
El nuevo sistema, denominado Skinput, ha sido desarrollado por Chris Harrison, en el Instituto de Interacción Hombre-Ordenador (HCII) de la Universidad Carnegie Mellon, junto con Desney Tan y Dan Morris de Microsoft Research.Skinput podría ayudar a la gente a aprovechar mejor la gran potencia de computación presente hoy en día en diversos dispositivos electrónicos de bolsillo. El diminuto tamaño que hace tan fáciles de llevar encima a los smartphones, los reproductores de MP3 y otros aparatos digitales es también lo que limita la facilidad de manejo y la utilidad práctica de sus teclados numéricos, pantallas táctiles y otros elementos típicamente usados para controlar las funciones de tales aparatos miniaturizados.Con Skinput, ya no dependemos de esos elementos de control tan frustrantemente pequeños: Podemos usar nuestra propia piel como si fuera un teclado u otro elemento de control.En un prototipo desarrollado por Harrison, varios sensores acústicos van colocados en la parte superior del brazo (entre el codo y el hombro). Estos sensores captan el sonido generado por acciones tales como dar golpecitos con las puntas de los dedos sobre el brazo. No lo recogen a través del aire, sino de la piel y los huesos.
El nuevo sistema, denominado Skinput, ha sido desarrollado por Chris Harrison, en el Instituto de Interacción Hombre-Ordenador (HCII) de la Universidad Carnegie Mellon, junto con Desney Tan y Dan Morris de Microsoft Research.Skinput podría ayudar a la gente a aprovechar mejor la gran potencia de computación presente hoy en día en diversos dispositivos electrónicos de bolsillo. El diminuto tamaño que hace tan fáciles de llevar encima a los smartphones, los reproductores de MP3 y otros aparatos digitales es también lo que limita la facilidad de manejo y la utilidad práctica de sus teclados numéricos, pantallas táctiles y otros elementos típicamente usados para controlar las funciones de tales aparatos miniaturizados.Con Skinput, ya no dependemos de esos elementos de control tan frustrantemente pequeños: Podemos usar nuestra propia piel como si fuera un teclado u otro elemento de control.En un prototipo desarrollado por Harrison, varios sensores acústicos van colocados en la parte superior del brazo (entre el codo y el hombro). Estos sensores captan el sonido generado por acciones tales como dar golpecitos con las puntas de los dedos sobre el brazo. No lo recogen a través del aire, sino de la piel y los huesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario