
Cierto aire de optimismo. Eso emana de un informe sobre mortalidad materna publicado en 'The Lancet'. Sus autores han comprobado cómo varios países en vías de desarrollo han realizado importantes progresos en la reducción de esta triste tasa, demostrando así que, con los esfuerzos adecuados, es posible que disminuyan estas muertes.
Aún queda mucho por recorrer pero algunos países ya dan muestras de estar en el buen camino. El objetivo, fijado en el año 2000 por los 189 estados miembros de la Asamblea de Naciones Unidas, ocupa el quinto de una lista de ocho y consiste en la reducción del 75% de las muertes maternas para el año 2015. A cinco años vista, "hay más razones para el optimismo de las que se perciben", señalan los autores de este estudio.
En él, analizaron la ratio de mortalidad materna (número de defunciones por cada 100.000 recién nacidos vivos) de 181 países entre 1980 y 2008. La conclusión principal es que en ese periodo se ha producido "un descenso sustancial de las muertes maternas", aunque con notables diferencias entre distintos países.
En cifras generales, el número de mujeres que mueren por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio pasó de más de medio millón en 1980 a unas 340.000 en 2008. La ratio, que a principios de los 80 era de 422 fallecidas por cada 100.000 nacidos, cayó a 320 una década después y a 251 en 2008. Esto supone que la disminución anual de esta tasa, desde 1990, es del 1,3%.
Aún queda mucho por recorrer pero algunos países ya dan muestras de estar en el buen camino. El objetivo, fijado en el año 2000 por los 189 estados miembros de la Asamblea de Naciones Unidas, ocupa el quinto de una lista de ocho y consiste en la reducción del 75% de las muertes maternas para el año 2015. A cinco años vista, "hay más razones para el optimismo de las que se perciben", señalan los autores de este estudio.
En él, analizaron la ratio de mortalidad materna (número de defunciones por cada 100.000 recién nacidos vivos) de 181 países entre 1980 y 2008. La conclusión principal es que en ese periodo se ha producido "un descenso sustancial de las muertes maternas", aunque con notables diferencias entre distintos países.
En cifras generales, el número de mujeres que mueren por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio pasó de más de medio millón en 1980 a unas 340.000 en 2008. La ratio, que a principios de los 80 era de 422 fallecidas por cada 100.000 nacidos, cayó a 320 una década después y a 251 en 2008. Esto supone que la disminución anual de esta tasa, desde 1990, es del 1,3%.
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